Antes de las obras de Plaza España, había una especie de mini bar chino justo debajo. Era un tugurio subterráneo , conocido como «el chino de plaza españa» aunque su verdadero nombre era «Yu Long».
Lo descubrí en el año 2014, cuando después de un concierto de House Of Lords y Robin Beck en la Heineken, una de las personas con las que iba sugirió ir allí a tomar algo y me enamoré del lugar. Era barato, sabroso, y tenía una carta perfecta, variada pero corta, la mayoría de cosas eran las tipicas que te puedes esperar de un «chino»: tallarines, arroz, sopa..pero con un toque diferente., y algunas cosas más curiosas que solo podías encontrar allí y que eran 100% exóticas.
Y luego , amigos míos, estaban las empanadillas chinas a la plancha….perdón…LAS EMPANADILLAS. Las mejores jamás hechas, con la textura perfecta, un brillo inimitable, y un sabor ….un sabor que aún se me eriza el vello al recordarlo.
Durante años estuve llevando a todo el mundo que venía a visitarme a Madrid allí, era como mi apuesta segura, me encantaba el contraste que generaba en la gente el verse de repente bajo tierra en un antro frente a un parking subterráneo y luego descubrir que la comida era buena y encima barata. Y no solo eso, era mi parada obligatoria siempre que iba a pasar una tarde por el centro, y conseguí que M. también se volviera adicta. El plan de «Cine, Fnac, Casa del Libro, Metralleta y Yu Long» era imbatible.
Pero nada es para siempre y el «Yu Long» cerró debido a las obras de reforma de Plaza España, y no solo cerró sino que jamás volvió a abrir. Se hicieron una cuenta de instagram diciendo que querían volver y ya dirían algo…pero nada. Yo ya he perdido toda esperanza porque de esto ya hace 2 o 3 años y encima con la pandemia de por medio.
Así que M. y yo nos propusimos hace un tiempo encontrar el «nuevo Yu Long» o lo que es lo mismo: Un lugar asiático bueno y barato por esa zona que se acerque a la magia que tenía nuestro querido agujero bajo tierra.
Después de varios intentos infructuosos, y mucha cata de empanadillas fallida…el sábado dimos con un sitio llamado «Xiongzai», aunque todo el mundo lo conoce como el «Winnie the pooh» ya que el oso de dibujos es el logo del local. El «Winnie» tiene cierto encanto, aunque falla en algunas cosas y por supuesto sus empanadillas son absolutamente incomparables con las legendarias del chino de plaza España.
Pero a su favor tiene una pared llena de post its puestos por los clientes con mensajes varios (en los que si llego a ir sin M. hubiera puesto uno con la dirección de este blog , pero ni ella sabe que esto existe; queda como tarea pendiente) y un plato estrella que es digno de competir con dichas empanadillas aunque no sean empanadillas.

Además tiene algo que también tenía el Yu Long, y es que al entrar ves a chinos comiendo dentro, cosa que supongo que da como «caché» al sitio ¿no?. Aunque bueno, después del covid quizá menos.
En cuanto al plato estrella de este nuevo descubrimiento, su nombre es simple : TORTA DE CARNE. Y joder, esta espectacular, carne guisasa super jugosa, picada, con cebollino, cilantro y demás especias…tanto M. como yo repetimos. El resto de cosas que pedimos estaban bien, pero tampoco nos voló la cabeza.

De todos modos , sigo en la búsqueda de la empanadilla china a la plancha del Yu Long, en algún lugar debe de estar, no sé, el mismo género, mismo proveedor, o algún chino ancestral que conozca la receta milenaria.
Algún día…